Una parte importante de la escultura de César Manrique la constituyen los móviles, lo que él llamaba Juguete del viento. Son estructuras sólidas, pesadas, de hierro, compuestas de esferas, círculos, pirámides... Con el viento se vuelven etéreas, sin peso,  y establecen un complicado movimiento. Sin duda había asociado su imagen con la de los molinos de viento, muy abundantes en Lanzarote en el pasado. Quería poblar aquella geografía con estas referencias sustitutorias, ante la lenta desaparición de los molinos.

Sus planes incluían la instalación de Juguetes del viento en diversos puntos estratégicos de toda la isla. Dejó varios bocetos antes de su fallecimiento. Posteriormente los talleres del Cabildo de Lanzarote, donde fueron ejecutadas buena parte de sus anteriores esculturas, los han ido construyendo y emplazando por toda la isla.

Los que ahora os presento se localizan en distintos lugares y rotondas de la isla. Ambos se distinguen por su dinamismo al soplar el viento, por otro lado, habitual en el lugar. El primero (formado por círculos) se denomina "Fobos" y se localiza en la rotonda de Tahiche siendo instalado en el año 1994.